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Los norteños italianos que encontraron refugio en la Laguna de Venecia convirtieron sus pequeñas islas en un conjunto organizado y fuerte de ellas. Una ciudad sobre la que levantaron maravillas como la Basílica de San Marcos y que acabó siendo una de las grandes potencias de Italia y del Mediterráneo. Esta es la fascinante historia de Venecia.

La historia de Venecia es única y peculiar como la misma ciudad. Unas islas esparcidas, en un terreno inestable y arenoso acabaron convirtiéndose y uniéndose en una ciudad flotante. Una ciudad, Venecia, que acabaría siendo la reina del Mediterráneo, dominando el comercio marítimo durante siglos. La República de Venecia llevó la ciudad de los canales a un poder y gloria envidiados por todo el mundo occidental, llenando sus arcas de oro y sus calles y canales de maravillas nunca antes vistas. Y, menos, en una ciudad formada por 118 islas. 118 islas llenas de belleza, de gloria y de la historia de Venecia.

Un refugio que originó una increíble ciudad

Con la caída del Imperio Romano, en el siglo V, los germanos acecharon el norte de Italia con continuos ataques y asedios conquistando diferentes territorios. En el noreste, algunos pueblos se vieron obligados a huir del avance germano. Esto los llevo hacia la costa adriática, a un territorio pantanoso de difícil acceso al que los germanos no se interesaron en progresar su marcha. Este territorio era la Laguna de Venecia. Estas gentes encontraron en ella y en sus islas el refugio perfecto e hicieron de él su hogar. El primer asentamiento importante fue en la isla de Torcello.

Haciendo del terreno un aliado

Durante los primeros siglos en la laguna, los primeros venecianos crearon una auténtica simbiosis con el terreno, conociendo al milímetro cada pequeña isla y cada parte de mar. Los primeros venecianos llevaron su mayor conquista, su victoria sobre el terreno y el agua. En estas islas de la laguna era imposible levantar construcciones estables por la poca fiabilidad del terreno. Un suelo pantanoso, húmedo y arenoso.

Los venecianos inventaron un método para ganarle la partida. Para hacer de aquel un suelo estable, anclaban al terreno cientos y miles de vigas de madera creando una base sólida. La madera, mezclada con la arena húmeda se secaba creando un material casi tan sólido como la piedra. Encima, colocaban de nuevo enormes capas de grandes tablas de madera utilizando el mismo método, de forma que conseguían cimientos estables. Con esta base, los venecianos comenzaron a construir y a expandirse por las islas de la laguna.

islas de venecia

Historia de Venecia: República Veneciana

Pronto los venecianos dominaban la laguna, con sus construcciones y organización asentada. La nueva ciudad, pertenecía al ahora único Imperio Romano superviviente, que era el Imperio Bizantino.  Sin embargo, la lejanía de Constantinopla y el terreno aislado donde se encontraba Venecia hacía que perteneciesen a los bizantinos sólo en la teoría.

Los venecianos habían ya establecido su método de gobierno. La figura a su frente era el Dux, un líder escogido por las familias nobles, cuyo cargo no era hereditario sino que se escogía uno nuevo por un consejo a la muerte del anterior.

Con un sistema político establecido, el terreno dominado y un poder en la lejanía incapaz de suprimirla, Venecia tenía todo a su favor para seguir creciendo. Los siglos VIII y IX serían fundamentales en este aspecto, dejando en la historia de Venecia dos eventos cruciales.

El primero, su separación definitiva del Imperio Bizantino con la proclamación de la República de Venecia, una ciudad-estado independiente. El segundo, la llegada a Venecia de manos de dos mercaderes de los restos del apóstol San Marcos.

Historia de Venecia: Un ascenso imparable

De estos dos eventos nacen también los dos edificios más importantes de Venecia. La Basílica de San Marcos para albergar los restos del apóstol de San Marcos y mostrar el poderío religioso de Venecia. Y, aunque ya existía el Palacio Ducal, es ahora cuando se dispara su lujo, tamaño y belleza.

La fama de Venecia comienza a extenderse por occidente y su riqueza crece de forma exponencial gracias a su dominio de la navegación y el enorme talento de los venecianos para el talento. Con las cruzadas, además de un buen botín de Constantinopla, Venecia se vio beneficiada por el crecimiento del comercio con Asia. Venecia, gracias a su ojo para el mercado y por su situación, se volvió en el puerto referente en las rutas comerciales del Mediterráneo. Cada día cientos de barcos llegaban y partían de Venecia dejando riqueza o materiales de todas partes de Europa y Oriente Medio.

Venecia amplió incluso su territorio por Italia y añadió a sus dominios algunas islas del Mediterráneo. Sin duda, esta es la etapa dorada de la historia de Venecia.

Decadencia, Napoleón y unidad con Italia

Venecia vivió un auténtico apogeo que comenzó a decaer a finales de siglo XV. Diferentes factores provocaron su caída.

Uno fue la pérdida de su importancia en el comercio. Se descubrieron nuevas rutas comerciales a India, punto clave del comercio en Asia, que obviaban Venecia. Lo mismo ocurrió con el descubrimiento de América y la apertura de un nuevo comercio en América. Poco a poco, Venecia se volvió en un puerto prescindible.

Al mismo tiempo, las nuevas potencias que surgían en Europa se aliaron contra la República de Venecia. Uniendo fuerzas para evitar que los venecianos siguiesen expandiéndose, y así lo consiguieron.

En el año 1797, Venecia cayó a manos de Napoleón, poniendo fin a la gloriosa República de Venecia para siempre. Desde aquel momento, Venecia pasó de Napoleón a los austrias hasta que a finales del siglo XIX se produce su adhesión al Reino de Italia.

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