La Basílica de Santa Maria della Salute es uno de los atractivos más destacados de Venecia. Su situación a orillas del Gran Canal, su espectacular arquitectura y su impresionante cúpula dejan boquiabierto a cualquiera que pase a su lado. La basílica nació en el siglo XVII para celebrar el fin de la peste. Una catástrofe que acabó con muchos venecianos y de la que nació este increíble edificio.
La victoria de Venecia contra la peste
A inicios del siglo XVII la peste asoló Venecia. La enfermedad atacó sin piedad la ciudad y los territorios de la República de Venecia. Sólo en la ciudad de Venecia la peste se llevó la friolera de 80.000 vidas.
Ante tan grave situación, se vivieron momentos de auténtico pánico donde nadie estaba a salvo. El propio Dux, líder de Venecia, reunió al pueblo en la Plaza de San Marcos para rezar juntos por el fin de la epidemia. Además, se hizo la promesa a la Virgen de que se construiría una iglesia en su honor si acababa con la peste.
Luego de aquel periodo negro de la historia de Venecia, donde el propio Dux cayó víctima, Venecia cumplió su palabra y construyó a la Virgen una de las iglesias más bellas de su historia. La Basílica de Santa Maria della Salute. La Virgen María de la salud.
Cada 21 de noviembre, como habían prometido aquellos venecianos reunidos en plegarias en la Plaza de San Marcos, el pueblo se desplaza a la basílica para agradecer a la Virgen su ayuda contra la peste.
Un milagro para conmemorar un milagro
La Basílica de Santa Maria della Salute tiene una base octogonal que le da una forma particularmente estética. Rodeando toda la basílica y alzándola todavía más del suelo, unas escaleras son la antesala de su entrada. Dándole al edificio más altura, como si quisiera acercarla más al cielo. La fachada, en la entrada principal, recuerda a la estética de un templo griego.
La basílica se sitúa muy cerca de la Punta de la Dogana, un triángulo de Venecia que separa el Canal Grande de otro canal secundario. Justo la parte precedente al estrechamiento, al pico de la Punta de la Dogana, es la Basílica de Santa Maria della Salute. Por si su belleza no fuera suficiente, su entorno es uno de los más especiales de Venecia.
La preciosidad de su interior resulta abrumadora, con un centro circular rodeado de columnas y bañado por la luz que entra intensa por las ventanas del tambor. En el altar mayor nos encontramos una llamativa escultura de la Virgen traída desde Creta. Una Virgen que representando a la salud que lucha en defensa de Venecia contra la peste.
Dentro de la basílica se conservan obras importantísimas de grandes artistas. Entre ellas la pintura ‘Boda de Cana’ de Tintoretto y hasta tres pinturas del maestro renacentista Tiziano.
Visitar la Basílica de Santa Maria della Salute
La Basílica de Santa Maria della Salute puede visitarse de forma gratuita todos los días de 09:00-12:00 y de 15:00-17:30.
Para visitar la sacristía hay que pagar una entrada de 4€.